Reí divertido cuando
frenamos frente a su casa. Ella soltó rápidamente las manijas y haciendo que yo
me alejara de ella, se bajó.
—¿Cómo lo sentiste? —le
pregunté.
—Tuve miedo —aseguró. Le
mostré una leve sonrisa —Pero… fue divertido.
—Lo dije, pronto serás
una motoquera profesional.
—Olvídalo —dijo y comenzó
a caminar.
Me bajé de la moto y
esperé a que ella me invitara a pasar. Vi como detenía su paso y giraba
lentamente a verme.
—¿Qué? —le pregunté.
—Si quieres puedes pasar
—me dijo no muy convencida del todo.
—Ya que insistes —dije y
me acerqué hasta ella.
Revoleó los ojos y buscó
las llaves dentro de su cartera. Nos acercamos a la puerta y abrió. Era un
lindo edificio. Siguió caminando hasta uno de los ascensores. Apretó un botón y
me miró.
—Por favor, cuando
entremos evita tocar cualquier cosa que llegue a llamar tu atención —me
advirtió.
—¿Hay cosas que puedan
llamar mi atención? —le pregunté.
—No lo se, no conozco lo
que hay dentro de tu mente. Pero creo que… si.
El ascensor llegó y abrió
la puerta para que entráramos. Marcó el piso 6. La caja de metal comenzó a subir.
Me dediqué a mirarla fijamente, logrando que se pusiera nerviosa. El ascensor
se detuvo y bajamos. Había una sola puerta en ese piso.
—¿Un solo departamento
por piso? —pregunté.
—Exacto —dijo y se acercó
a la puerta.
Abrió y entró, sonriendo
levemente entré detrás de ella. Un particular olor a limón y flores fue lo
primero que percibí. Hice un recorrido con la mirada del lugar. Más que un
departamento era como un loft, todo estaba a la vista. Ella tiró su bolso en
uno de los sillones y se acercó a la mesa que estaba allí para comenzar a
hurgar entre los papeles.
—Puedes sentarte si
quieres —me dijo sin dejar de buscar.
Seguí mirando, todo
estaba estrictamente ordenado, excepto por los papeles que ella buscaba. Me
acerqué a la cocina y abrí el refrigerador. Frutas y más frutas. Me agaché para
abrir uno de los cajones y seguía habiendo frutas.
—Oye ¿no tienes algo… que
no sea fruta para comer? —le dije.
Levantó la cabeza y me
miró.
—Fruta o tienes pan de
salvado.
—Carne —sentencié. Negó
con la cabeza.
—No como carne.
—¿Cómo no comes carne?
—pregunté y tomé una manzana para luego cerrar el refrigerador.
—Hace dos años comencé
con esto, estoy tratando de eliminar de mi vida todas las comidas provenientes
de algún animal. Aun no lo consigo del todo. Pero es bueno saber que hace dos
años que no como un trozo de carne o cerdo.
—¿Ni leche?
—Ni leche —dijo orgullosa
de ella misma.
—¿Y que demonios comes?
—Por ahora, me mantengo
muy bien comiendo todo tipo de frutas y verduras. Mi madre me obliga a comer
una vez por semana pollo, pero pronto lo eliminaré de mi vida también.
Siguió buscando los
papeles. Mordí la manzana y me acerqué a ella.
—¿Qué buscas?
—Unas fotos —dijo en un
suspiro.
—¿Unas fotos?
—Mi madre es dueña de una
agencia de modelos, yo sacó algunas de las fotos que salen semanalmente en las
revistas de moda que salen a la venta.
—¿Eres fotógrafa?
—pregunté realmente asombrado.
—Si —dijo y encontró lo
que estaba buscando —Desde chiquita me apasiona sacar fotos a todo lo veo.
Entonces mi madre me hizo estudiar.
—Eres bastante completa,
cariño.
Sonrió por lo bajo y se
acercó a mesa de la cocina. Dejó las fotos ahí y buscó algo dentro de una de
las cajoneras. Chocolate.
—Oye, el chocolate tiene
leche —le dije.
—Es lo único que no he
podido dejar. Los dulces me enloquecen y… creo que jamás en mi vida voy a poder
dejarlos.
—Entonces no eres estrictamente vegetariana.
—No, no lo soy —admitió
en un suspiro.
Reí por lo bajo y sin
dejar de comer la manzana me acerqué hasta uno de los sillones y me tiré
pesadamente en él. Tomé el control remoto y prendí la tele. Alcé mis piernas
para estar más cómodo. Ella me miró realmente indignada. Se acercó a mí y con
su mano bajó mis piernas del sillón.
—¿Qué? —le dije ante su
acusante mirada.
—Si en tu casa te gusta
subir los pies en el sillón es tu problema, pero aquí no lo hagas.
Revoleé los ojos y posé
mi mirada en la mesita que estaba frente a mí, había un montón de fotos allí
también. Me senté bien y las tomé. Ella se sentó a mi lado.
—Eres buena —dije sin
dejar de mirar las fotos.
—Eso intento —dijo.
Giré mi cabeza y miré sus
labios. Realmente yo tenía ganas
de besar a esta chica, era algo que me estaba volviendo loco.No recuerdo bien
cuando fue la última vez que yo quise besar a alguien tan desesperadamente. Sus
mejillas tomaron un poco de color y se puso rápidamente de pie.
—Bueno, vamos. Ya tengo lo que necesitaba.
Vi como juntaba todo y
caminaba hasta la puerta. Yo me quedé sentado en el sillón, se giró a verme.
—¿Vamos? —preguntó.
—Por mí me quedaría —le
dije.
—No se con que fin, pero
tampoco quiero saberlo. Ahora levántate de ahí y vamos antes de que mi madre se
ponga como loca —me dijo.
Sonreí y me puse de pie,
salimos del edificio y nos subimos a la moto. Ahora ya tenía más confianza, por
ende la note menos tensa que antes.Mientras estábamos detenidos en uno de los
semáforos fijé mi mirada en su brazo. Aun su piel estaba algo marcada. No le
pregunte porque había sucedido todo.
—Oye —le hablé —¿Por qué Bill se puso así?
—Por sus estúpidos celos —contestó con exasperación.
—¿Celos? —dije.
—Si, Bill es muy celoso.
Esa fue una de las principales causas por las que lo dejé. Me trató de
cualquiera por estar llevándoles una bandeja con comida a ustedes.
—Oh, pobre imbécil —dije divertido.
—Yo creo que tiene serios
problemas, pero gracias a Dios se como manejarlo.
—Si, ya lo creo —dije en
una pequeña risa —¿Te gusta actuar como damisela en apuros?
—No seas imbécil, si tú
no hubieras llegado con tus aires de súper héroe estoy completamente segura de
que yo sola pude haberlo puesto en su lugar.
—¿No soy increíble como
defensor? —pregunté orgulloso de mi mismo.
Soltó una divertida
carcajada. Era la primera vez que la escuchaba reír de esa forma. Giró su
cabeza y me miró sin dejar de reír.
—Eres demasiado pegado a
ti, ¿no crees? —me dijo.
—Soy demasiado perfecto
cariño, ese es el problema.
—Creo que tus padres
tuvieron que haberte puesto Narciso —dijo y volvió su vista al frente.
Pronto llegamos a la
puerta de un elegante edificio de oficinas. Ella se bajó y se giró a verme.
—¿Este es el lugar? —le
pregunté.
—Si, estas son las
oficinas de DoloresLevine —dijo.
—¿Ese no es el apellido
de tu padre? —dije.
—Si —dijo ella y una leve sonrisa se dibujó en su rostro —Pero mamá juró que iba a usar el apellido de mi padre hasta el día de su muerte.
—Oh, una mujer de
carácter fuerte ¿verdad?
—Más bien yo diría que mi
madre es una mujer demasiado perfeccionista y exigente con el mundo entero.
Pero bueno, ya puedes irte.
—¿Me estas echando?
—No, no es eso. Sino que
ya no es necesario que te quedes.
—¿Cómo vas a volver a tu
casa? —pregunté.
—En un taxi —aseguró.
—Vamos cariño, déjame ser
tu chofer hoy. Ya te dije que no tengo nada mejor que hacer.
Me miró por varios
segundos y luego soltó un largo suspiro.
—Bueno esta bien,
entremos —dijo.
Dejé bien estacionada a
Betty y entramos al extravagante edificio.
—Buenas tardes señorita
Levine —la saludó una de las recepcionistas.
—Buenas tarde Lili —dijo
la morena —¿Lola está arriba?
—Si, esta en dando
indicaciones en la sesión de Cucci.
—Ya la imagino —dijo
divertida.
Entramos en un ascensor y
marcó el piso 20.
—Es bastante alto —dije.
—Si, mamá fue un poco
exagerada al comprar esto. Pero ella es así.
Llegamos y bajamos. Miré
a mí alrededor y este lugar era el sueño de cualquier hombre sobre la
tierra.Las modelos iban y venían en trajes de baño o vestidos muy cortos.
Piernas largas y traseros firmes por todos lados. Nada podía ser mejor que eso.
—¿Quieres cerrar la boca?
Vas a llenar el edificio de baba —me dijo con tono celoso.
—¿Me pareció a mí o eso
sonó como a celos?
—¡No seas ridículo! —me
contestó —Solo trata de no resbalarte con tu baba.
Reí por lo bajo y la
seguí cuando entró en una de las puertas.
—Al fin llegas, dios mío
—dijo una mujer bien vestida, apenas un poco más alta que la morena.
_____ era muy parecida a
ella, pero sus ojos eran diferentes.
—Ya estoy aquí —dijo ella
—Y aquí tienes las fotos.
—A ver —dijo y comenzó a
revisarlas —Ay eres increíble, por eso eres mi hija —_____ revoleó los ojos y
por primera vez desde que entramos, su madre, posó sus ojos en mí
—¿Quién es él? —le
preguntó. _____ me miró —Ay, ¿no me digas que me hiciste caso y dejaste definitivamente
al imbécil de Bill y estas saliendo con este niño?
—¡Mamá! ¿Podrías por
favor comportarte? —dijo nerviosa. —No, no estoy saliendo con él. Él es Tom, un…
compañero de la Universidad. Se ofreció a traerme.
—Un gusto señora Levine
—dije lo más cordial del mundo.
—No me trates de señora.
No soy una anciana, dime Lola —me dijo.
—Está bien, Lola —dije divertido.
—Bueno, ya esta todo.
¿Necesitas algo más? —le preguntó _____.
—No hija, nada más.
Gracias.
—No es nada. Y por favor,
no estés llamando a papá para refregarle que yo hago cosas por ti. Se pone
insoportable.
—¿Desde cuando yo hago
eso? —le preguntó, verdaderamente, fingiendo sorpresa.
—Por Dios mamá, siempre
lo haces —la acusó la morena.
—Sabes que tu padre se lo
merece. Se cree el dueño del mundo, es un pobre infeliz que se va a quedar solo
por el resto de su vida.
—Lo que digas —dijo _____
y se dispuso a irse.
—Oye niño —me llamó.
Ambos nos giramos a verla —Podías ser un muy buen modelo.
Se acercó a mí y palmeó mi hombro derecho. Reí por lo bajo y vi como _____ se ponía roja de la rabia.
Se acercó a mí y palmeó mi hombro derecho. Reí por lo bajo y vi como _____ se ponía roja de la rabia.
—No lo creo Lola —dije
divertido —No tengo el target para serlo.
—Pero ¿Por qué?
—Yo se que soy perfecto,
lo veo todos días cuando me miró al espejo. Pero el mundo de la moda no es lo
mío.
—Ay que modesto eres
—dijo riendo por lo bajo.
—Trato de serlo en lo que
me concierne.
—Piénsalo bien, podrías
ganar mucho dinero. Eres un chico muy bonito.
—¡No puedo creer que
estés haciendo esto lola! —habló _____ detrás de nosotros —No cambias más.
Salió de allí rápidamente. Me giré a ver a lola.
—Fue un gusto conocerte, ahora se de donde ha salido tan bonita la muchacha —dije sonriendo.
—Si, en eso salió a mí.
Pero de carácter es igual a su padre.
—Ya lo creo —dije y salí
de allí para buscar a _____.
HI ... Lo se *-* se que a muchas les esta gustando mucho esta historia y luego que lo pienso este papel le queda como saco a Tom ... jajajaja Bueno yo digo xD la mama de _____ me da risa, ella queriendo juntarlos y lo que dice de Bill .... jajaja pobre Bill aqui lo puse de malora xD .... Bueno sin mucho que decir me despido ... Adios y que esten Bien
Me encantaa demasiado la fic :) esta buenizimaaa!!
ResponderEliminarSi mi Tom tan presumidooo ..
Siguelaaa :)